Así de simple: a José Carbajal del mundo, para el Sabalero de los sueños. Para él, un empedernido contador de estrellas, para un soñador, va este mínimo homenaje y el recuerdo personal de otro río, de otros cañadones, de otras chalanas orgullosas, de otros gurises y cometas, de otros andadores y bochones, para otros personajes que se hubieran sentido compañeros alredededor de un buen chupín de bagre negro y vino del que fuera. Para el Mocho Iriburou, el mono Galarregui, el Chalela, el Niquesau o algo así que se escribía en francés , para el negro Anguila, en fín para todos los bohemios del Club Amsterdam de Santa Isabel de Paso de los Toros, en donde, el Sabalero hubiere jugado de memoria con cualquier número de cualquier camiseta y todos los que en aquella época tocaban el tamboril y se emborrachaban felices en respeto, para el Cotorra Martines, que por cada gol del Amsterdam mi madre Elena le regalaba en premio una enorme torta para la suya. Para el gran Omar Odriozola, poeta grande de pueblo chico y de Uruguayos Campeones de América y del Mundo, que cositas varias hubieran charlado y tomado juntos en su "rancho" Mi refugio. Para el Bebo Arbiza, y su exasperante bonhomía, que estoy seguro le hubiera cortado el pelo alguno de esos pocos días que escapado de los brazos dulces del "bajo" abriera alegre su peluquería, y tijera en mano, regalar su bakunin y su anarquía. Para un mundo que ya fué pero se extraña. A todos ellos que siempre estarán en los estantes de mi almacén. Salú!
Acomodaré en estos estantes siempre que quepan, cosas y asuntos de ese siempre extraordinario almacén de ramos generales que es la vida. Escondido detrás del mostrador, de uno de verdad, empecé con ojos de niño a curiosear el mundo de todos los días, con olores a yerba suelta y querosén, a cebolla y lechuga y a extrañarme de la gente que veía todos los días y que en aquel entonces se me parecían a los diversos personajes de los circos que cada tanto venían al pueblo.
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Julio: conozco algo de Sabalero a mi paso por Uruguay hace unos años. Me impresionó su música y traté de traerme algunos de sus discos. Aquí en España también algo se consigue. Pero yo vivo en pueblo chico y voy poco a Madrid. Me agradan mucho tus páginas. Es bueno sobre lo que escribes y como lo haces. Seguimos en contacto. Por supuesto, soy español, que joder! abrazos. Antonio Real
ResponderEliminarEstimado Antonio: muchas gracias por tu comentario y su contenido. Lo aprecio realmente. Te deseo buenos momentos en ese tu pueblo chico. Yo también nací y me crié en un pequeño pueblo del interior de Uruguay que se llama Paso de los Toros al cual vuelvo cada vez que puedo a encontrar tiempos tranquilos y distancias, social entre ellas, con medida humana. Un abrazo desde este lado del Atlántico.julio
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