Mauro y su amigo tararira segundos antes de regresarla al río |
Si llegaron hasta aquí, les cuento.
Este relato, de mi absoluta responsabilidad, se expande y trasciende desde
su universo de temas privados , carente de toda
pretensión de obra de labor, y/o pensada cual hecho
con mérito de creación y visos de trascendencia literaria y por
mero positivismo nomino de cuento , de alguna forma he de
llamarlo; poca o ninguna elaboración ha tenido ,
afortunadamente, desde que en mi libreta de apuntes borroneé
renglones en una calurosa y feliz tarde de verano en las costas del Río
Negro a la altura del Rincón del Bonete, aguas abajo y a la vista de la
monumental Represa Dr. Gabriel Terra , episodio real pleno de
dicha simple que viví junto a un querido niño , mi nieto
Mauro , en ocasión que jugando ambos a pescar, inopinadamente un incauto e
inexperiente juvenil de Tararira se enganchó ingenuamente en nuestro
anzuelo. Fuimos muy felices al devolverlo a su libertad y a su río. Redoblo
felicidad y en verdad actualizo sentimientos al compartir ahora este pequeño cuento .
Mauro |
En fin... tal como sentí entonces...
DEDICO ESTA PEQUEÑA SIMPLE HISTORIA
A TODOS LOS NIÑOS QUE AL IGUAL
QUE MI QUERIDO AMIGO MAURO
CUIDAN EL PLANETA
QUIEREN EL RIO
Y PROTEGEN A LOS HERMOSOS SERES
QUE EN EL HABITAN Y VIVEN FELICES.
EL jULIO.
AGOSTO 2008
Mauro |
E
|
ra una tarde hermosa de verano. El sol desde lo
alto, calentaba lo suyo y le daba al río su multicolor aspecto. Aquí y allá
algunos patos “maragullones” ,ya de buche lleno, nadaban indolentes en su
superficie; no obstante , cada tanto se sumergían , veloces y certeros, para emerger minutos mas tarde, casi siempre exhibiendo victoriosos la
pequeña mojarra palpitante, viva aún
. Resuelto este drama simple y común a la naturaleza, en donde vivir es comer, la rutina de la vida y sus ciclos se recomponían
rápido y el orden se instalaba
nuevamente en el río sin fijar mayores recuerdos de los episodios.
Por lo demás, todo era quietud y calma en el silencio lleno de rumores que es el río
a la hora de la siesta.
No lejos de allí, cerca de la barranca, a media agua , una tararira
joven nadaba ágil e inquieta.
- Estoy hace rato pensando que hacer, se decía -
-Me
aburro cuando debo permanecer mucho
tiempo quieto -
-También comprendo
a papá cuando me explica que los
peligros del mundo aumentan si uno se
pasea por aquí y por allá, sin rumbo y
distraído -
- A
veces... cuando a mi alrededor los
colores se transforman a medida que
la luz del amigo Sol se va rumbo a su refugio y se lleva consigo
su gran resplandor de fuego, que filtra
sus luces a través del agua y es causa y efecto que llena nuestro mundo de maravillosos colores dejando en
su lugar a la amiga Luna, su eterna compañera de viaje, en esa media
luz... me entra algo de miedo si papá y mamá no han regresado aún a
nuestro nido -
- También es
verdad que los espero ansioso porque sé que con ellos llega la
protección , el amor y también llega nuestro alimento -
- De a poco,
en la medida que crezco, voy entendiendo
cuanto sacrificio y esfuerzo representan
para ellos los tiempos de sus
ausencias y cuanto de significado tienen
los mismos para nuestro bienestar -
- A mamá le
agrada mucho la amiga Luna. Aprecia mucho su dulzura y belleza y nos cuenta que al igual que todas las madres del universo,
siempre está presente viajando lenta y serena por el cielo, cuidando a todos como si fueran hijos y aún cuando casi todo el mundo
descansa en la noche ella igual lo ilumina lo suficiente para que quien no
duerma y deba viajar , tampoco pierda su
camino -
- Recuerdo poco de mi infancia -
- Papá dice que desde muy chico cuando me esforzaba
por nadar a su lado con dificultad, ya entonces era muy
curioso -
- También me aconseja siempre, que si bien es bueno para las tarariras ser
curiosas porque de tal actitud surge el conocimiento necesario para vivir, se
debe también ser muy sensato -
- Esto... no me era fácil entenderlo
hasta hace poco. No me daba cuenta
donde y en que estaban las diferencias -
- Bueno si no les explico algo de mis cosas, no
entenderán el todo -
¡ Soy un
pichón de tararira !
- Soy chico y aún vivo con mis padres por lo que
podría decir que soy un niño -
- Nuestro hogar está en lo profundo del río, en una
barranca en la orilla de uno
muy grande , al cual todos los seres que
allí viven, lo llaman Hum ,
desde los tiempos que nuestros
hermanos indios vivían felices en sus orillas y los impresionaba el color negro de sus aguas según las pintara
o no el amigo sol -
Aquí nací y aquí vivo, contento y feliz. Mi papá es grande, lindo e
inteligente. Conoce nuestro mundo como
nadie. Es muy elegante en su forma de nadar y emana de él , la
prudente forma de ser de los
inteligentes y eso se nota cuando aparecen por las cercanías otros peces presuntuosos que tratan de impresionarlo e
impresionarnos con cosas extrañas que
tienen. No se si lo sabe, pero yo estoy muy orgulloso de ser su hijo. Papá,
luego que se van comenta con mamá
lo extraño de estas nuevas costumbres.
No es - dice- normal en la vida de una tararira adulta y fuerte distraerse horas y horas llevando , trayendo y tratando de nadar cargando objetos
extraños e innecesarios que encuentran en el río y que nada tienen
que ver con nuestra vida sana y natural. Algunos han inventado el hacer negocio con ellas. Aguas abajo en el
río - cuenta mi padre- hay un viejo bagre que ha juntado cantidad de latas,
zapatos y hasta una gorra militar y a todos los que por allí pasan, las ofrece
en venta . Está quedando flaco y débil
por no ocuparse de lo esencial,
conseguir su alimento. Mientras tanto pierde su tiempo vociferando
y exhibiendo chatarra, inútil
para nosotros, como objetos de valor.
- Su esposa, la señora bagre, se cansó de esperar que cambiara de actitud y
acomodara su conducta a la realidad y se
fue lejos con sus hijos -
- También dicen que las viejas del agua,
desconformes con la silueta que la naturaleza les dio, juntan trozos de ropa y tratan de vestirse
con ellas para ocultar su cuerpo , que aunque muy distinto al de nosotros yo admiro lo suave y elegante de su nadar. Pienso que debe ser porque soy chico
que no entiendo muy bien la conducta de algunos adultos. Muchos peces
han dejado de vivir por culpa de esas costumbres.
- También
los pretenciosos pejerreyes que gustan tanto de
perder sus tiempos mientras se
admiran en espejos de agua y lucen
el plateado de sus escamas, sin sentido algunos de ellos nadan
hasta lugares lejanos , allí donde crecen tentadores musgos y helechos de
río, de los cuales procuran conseguir
imaginadas fantasías extrañas.
- Triste quedo, cuando papá y mamá comentan el fin
de sus historias al quedar prisioneros
en redes y tramayos puestos por
allí para cazarlos, y como entonces luchan
hasta el cansancio por
liberarse mientras se quejan
lastimosamente renegando de su estupidez
y del perdido proyecto de linda vida simple que tenían a su alcance.
- Todavía no se bien porqué pero cada vez más desaparecen de nuestro río los pejerreyes -
- Nuestras agallas son un órgano muy importantes para nosotros y hasta el cansancio lo repite con mucha
paciencia mamá y con algo menos paciencia papá -
- A ellos les sorprende que todavía no se
entienda, que esas transparencias que
cada vez con mayor frecuencia vienen con la corriente no deben usarse como
adornos, que debe evitarse a toda costa
cualquier contacto con ellas, porque aunque lucen inofensivas, aunque parecen no tener vida,
justamente por eso causan mucho daño al río y afectan mucho a nuestro mundo -
- También me brinda papá desde su afecto, mucha sensación de seguridad. Es también muy fuerte y puede nadar
incansablemente horas y horas trabajando en busca de nuestro alimento. Tampoco
quiero olvidarme que también tengo una hermana. Es más chica que yo. Es del
sexo de mi madre. No se si es por eso que
le exigen menos y la miman más. Bueno, eso es lo que creo aunque no
estoy muy de acuerdo. Cuando crezca según entiendo de lo que me cuentan, será
su vida exactamente igual que la mía e
igual parece que serán sus
responsabilidades. Cuando pueda tengo que hablar de mi confusión acerca de esto con papá y
mamá. A mi también me gusta, es buena y
graciosa, pero no se lo digo para que no se ponga presuntuosa.
- Mamá es la que mas tiempo está con nosotros y se
encarga de cuidarnos, cuidar nuestro nido y defendernos cuando extraños
se acercan con malas intenciones. También es la que nos va contando
cosas de nuestro mundo. También es la que más nos rezonga. Sobre todo a mi que
me cuesta quedarme quieto y a veces más aún me cuesta andar siempre con mi
hermana tratando de seguirme a todos lados, por suerte cada día nada un poco
mejor y se entiende cada vez mas con mamá. Esto es un alivio. Me cuesta
organizar mis juegos con ella siempre a mi lado a la vez que tengo que cuidar
que no se lastime. Pronto seré grande. Entonces podré recorrer el río solo.
También debo pensar que algún día alguna de las amiguitas de mi hermana vendrán
a conversar conmigo y cuando sepa conseguir mi comida y hacer el nido nos
iremos a vivir en alguna parte de la barranca en donde el sol se filtre por la
mañana y desde donde cuando estemos descansando y el río esté tranquilo y
sereno, veamos a la amiga Luna rodeada de todas sus compañeras estrellas.
También ya estoy aprendiendo que allá encima de nosotros, fuera del agua, no
todo es amigo como el sol y la luna. Pero
todavía no se lo suficiente aunque me da un poco de miedo eso que aún no
se. Algo en mi corazón me dice que no es todo bueno. También tengo que hablar
con papá y mamá de estas cosas que también
me preocupan.
Ah! también
debo contar que no estamos por suerte solos en este hermoso río. Además de
nuestra parientes que viven en
diferentes lugares, algunos cerca y otros mas lejos, pero con los cuales de
todos modos de tanto en tanto nos visitamos e intercambiamos regalos, también
tengo muchos compañeros de otras especies. Son muchos pero dentro de ellos con
los cuales mejor me entiendo está la lenta y prudente amiga tortuga, que
siempre tiene un refrán con el cual enseñarnos cosas que no entendemos y
siempre repite que la paciencia que tiene que tener por ser lenta puede ser
amarga, pero los frutos que se cosechan en la prudencia de viajar despacio y
seguro son dulces, no lo entiendo mucho por ahora, pero me gusta que me lo
cuente, también cuenta que leyó este
viejo pensamiento en un antiguo libro
que encontró hace mucho tiempo en uno de sus cortos paseos por la orilla, de la
que mucho sabe y a la cual no quiere visitar demasiado y eso también me
sorprende y cuando le pregunto me dice que mas adelante me lo explicará.
- Todo esto que les cuento, pasa veloz y atropelladamente por mi cabeza mientras siento esta fuerza
desconocida e inexplicable para mi mundo, que me arrastra, y me arrastra y nada puedo hacer contra ella. ¡Estoy
aterrado! ¡Tengo mucho miedo y ganas enormes de ponerme a llorar! Trato de nadar pero no puedo. Me resulta
difícil respirar.
_ No se que es morir pero me parece que
es lo que me está por suceder. Trato de llamar a mis padres en mi auxilio pero
no puedo. Me duele también horriblemente
la boca que tengo lastimada y llena de
sangre. Lo único que recuerdo es que me alejé tan solo un poquito – bueno no
tan poquito- de los límites que me enseñaron, que me pareció apetitoso ese
alimento allí a mi alcance y curioso fui
a tomarlo, sentí entonces ese golpe tremendo en mi boca y en poco tiempo todo
mi mundo cambió –
La hermosa tarde y la serenidad del río
se quebró abruptamente cuando centelleando al sol la pequeña tararira prendida
su boca en la trampa del anzuelo apareció luchando desesperada en la
superficie, arrastrada por la piola de pesca que muy interesado y concentrado
iba recogiendo el hombre grande desde la orilla.
Poco después la lucha desigual terminó.
Colgada de la piola, temblando de miedo,
suspendida en el aire para que los otros hombres pudieran apreciar su
capturada belleza, la pobre tararira sin resignarse a su destino trataba
desesperadamente , sin éxito y sin chance alguna escapar de lo inevitable.
Fueron instantes inmedibles,
inconmensurables en tiempo existencial los que transcurrieron mientras muy cerca de allí conversaban animadamente
hombre mayor y niño.
-No puedo contarles lo que sentí cuando el niño me
tomó en sus manos, pensé que era mi fin, tampoco puedo contarles mis
sentimientos cuando suavemente y con mucho
cuidado me depositó en el agua y
me devolvió a la libertad y la felicidad
de mi mundo.
Tengo desde
entonces en mi vida varias nuevas inquietudes:
·
Advertirle a mi traviesa hermana desde mis experiencias y exhortarla a
la prudente obediencia de los sabios consejos de nuestros padres. –
Uff..!
Empresa harto difícil.
·
Tratar que mi admirado padre
perdone mi descuido y error.
Huyy..! Empresa sólo posible en el largo plazo.
·
Lograr que mi querida madre recupere su confianza en mi y no tenga
temores cuando sale a trabajar para nosotros.
Hmm..! con
muchos besos y mimos mamá sin
olvidar, disculpa.
¡ Pero también tengo un sueño.. !
Que algún día ... nadando aguas abajo o corriente
arriba de mi querido río Hum, la piedra mágica que me regaló mi abuela
tararira, escuche mi pedido y
también me lo conceda , y me regale un nuevo encuentro con Mauro , el bondadoso amigo que me devolvió a la vida
con su ternura, que me dio esperanza y confianza en la bondad
como un valor posible y sobretodo me regaló aquel día inolvidable ,
su preciosa amistad para siempre.
j.n.viana
Este humilde libro de cuento y su exclusivo ,
orgulloso y solitario ejemplar que en
este acto le dedico y le pertenece al niño Mauro Viana se terminó de
editar en agosto de 2008 por julviana
editorial santa isabel del paso de los
toros especialmente para el Día del Niño
del presente año.
El autor
A
|
todos
aquellos seres que leyendo este libro, sientan que quieren igual que Mauro, al planeta Tierra y a todos
los hermanos seres que lo habitan, podrán poner en esta hoja, si así lo desean,
en señal de amor y amistad, su nombre o
la huella de cualquiera de sus patitas, alas o si es tararira una de sus
aletas, también pueden si así lo desean, dejar plumitas, escamas, o recuerdos
de sus mundos, subterráneos, aéreos o acuáticos:
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U
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fa....! Me olvidaba ! También aceptamos donaciones que serán depositadas en la alcancía de Mauro con destino a limpiar la chatarra que el viejo bagre después vende en el río:
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j.n.viana
Agosto del 2008.
En Montevideo, añorando los días lindos en Torolandia , para mi amigo Mauro, querido
nieto dueño de mi corazón.
El Julio
Y yo que no puedo dejar la huella de un ala o de una aleta,tampoco plumita o escamas,ni siquiera un aire fresco o algunas burbujas,pero sí puedo quizás hilvanar unas palabras para festejar a ese Mauro en el borde del río con su pez y a ese abuelo emocionado con su don de un precioso cuento para su nieto.Seguramente Mauro creció,como nos gusta imaginar que habrá crecido su amigo Tararira.
ResponderEliminarSusana: el amigo tararira, hoy ya todo un adulto, nada alegre y vivaz aguas abajo por el Río Hum de los indios a encontrarse y charlar un rato con su jóven amigo Mauro y entre sus aletas abraza tus palabras para repetírselas. Muchas gracias por ellas. julio
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