Casa tomada. Fotografía de autor. Derechos reservados. |
Cosas de fantasmas
Nuestros miedos son en nuestros balances la
materialización de acontecimientos, muchos oscuros, otros olvidados, los más,
ocultos en nuestros dobladillos, pero que han dejado allí como testigos y
testimonios , huéspedes no queridos e indeseables, algunos de tales seres invertebrados de la especie fantasma, que al igual que el de Wilde , habitante
extraordinario en el castillo de
Canterville, se recrea una y otra vez alimentándose de nosotros , en tanto consternados e inmovilizados en ellos y por
tanto viviendo y reviviendo en nosotros.
Es de absoluta sensatez tomarlos en serio. Partir desde la serenidad para conocer
sus demandas y exigencias, y a partir de
racionalizar su presencia, y por tanto
aceptarla , gestionarla, reconociéndole como nuestro alter ego, nuestro
Otro, y de ahí en más convenir , obligado anfitrión, la mejor y más pacífica convivencia .
Eso pienso ahora que recibo, nuevamente, luego de algún tiempo, sorteando débiles e inhábiles defensas, su tan invasiva como inoportuna visita.
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