Hojas del viento |
De caminos, de piedras, de cangrejos y maravillas
a...
y.V.h
y a
su madre
Un
día cualquiera,
ausente
de sol...
o
no
–que
no me acuerdo-
tampoco
importa
ni
hace al momento-
diciendo
poco, con ruidos mínimos,
manso...
en
aire de patear caminos
se
fue...
iba
junto a una o dos camisas,
-
se deduce al balance de su cuarto solitario-
algún
mínimo pedazo de papel
y
en algún lugar de su larga figura...
cualquier
algún trozo
de
honrado y serio lápiz
porque
siempre dio en andar
escribiendo
cosas.
Me
pareció también,
-
no puedo estar seguro
yo
...
solo
miraba desde el reojo de mis ojos.
mi
socia de vida y madre
desde
sus lágrimas -
que
también llevaba un mínimo algo más
por
si se cruzaba con la necesidad.
Tambien...es
cierto
-
nada menor ni poca cosa-
lo
acompañaba la amistad
y
para nada olvido
era
así mismo indivisible compañía
tenía
puesta
reconocible
curiosidad ansiosa
y
fuegos encendidos en sus ojos
llevaba...
completos
y repletos
sus
recovecos personales
ocupados
en proteger con cuidado su historia.
Por
tanto... tambien hacían camino
sus
bolsillos llenos de interrogantes.
Estuve
algo de tiempo mirando...
alcancé
a intuirlo a las primeras piedras que encontró,
-que
lo mismo hizo estoy seguro en todo su camino-
mirar
con curiosidad debajo de ellas,
digo
con pena ...
no
puedo describir lo que encontró...
si
algo,
si
se, y por ser quién es doy fe,
que
solamente buscaba maravillas,
se
tambien, y también doy fe ,
el
porque miraba tanto el cielo
buscaba
sueños.
Tampoco
se, si en la empresa
lo
acompañó el éxito
o
guardó en su libreta los fracasos,
que
ya lo han dicho varios
-a
ambos tengo por estafadores-
Cuando
volvió, era si... distinto,
su
mirada cargaba ahora asombros.
No
mucho despues
igual
de así,
de
pocas voces, mínimos ruidos,
con
iguales dos o tres camisas,
lo
pusieron de camino.
Lleva
, una vez más
dispuestas
en su impedimenta
insondables
interrogantes
también
fantasías y esperanzas.
Abrigo
serena presunción
intuyo
ahora...
que
para el viaje a dispuesto
sus
amplios bolsillos
cargados
a desbordar
con
sueños fabricados
y
lleva seguro en su corazón
algunas
respuestas.
j.n.viana
Montevideo,
un lunes bueno regular, doce de mayo de 2003, un día después de
ese curioso dìa de la madre que nos han inventado.
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